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Cuarenta años del Concurso Infantil de Fandangos

Asistimos a la presentación del CD conmemorativo del 40º Aniversario del Concurso Nacional Infantil de Fandangos de la Peña Flamenca La Orden (Huelva). Hay que ir sembrando vida a futuro.

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El poeta onubense Juan Cobos Wilkins, en su obra Para qué la poesía, dice en uno de sus versos “Vivir, eso invisible que le sucede a otros (…)”. A veces vemos la vida pasar pensando que nuestros actos y actitudes ante ella no tienen consecuencias y/o recompensas, siendo otros quienes consiguen los logros, objetivos y metas que se proponen. Se me vino a la memoria el verso expuesto, constantemente, la noche del pasado 22 de septiembre en el Gran Teatro de Huelva. El motivo no fue otro que la presentación del CD conmemorativo del 40º Aniversario del Concurso Nacional Infantil de Fandangos de la Peña Flamenca La Orden (Huelva).

A mediados del siglo XX, la Finca La Orden ocupaba un amplio espacio de las afueras de la ciudad de Huelva. En el devenir del tiempo, conforme nos acercamos al final del siglo, se adquieren esos terrenos, que comprenden el pulmón verde de la ciudad, enclavado entre el Parque Moret, junto al Conquero y Santuario de la Cinta y que llega hasta la circunvalación de la ciudad. El continuo crecimiento del barrio onubense dejó, sin embargo, un pequeño oasis sin edificar, lugar exacto donde se encuentra la Plaza de Niño Miguel en recuerdo al legendario guitarrista onubense y la sede de la Peña Flamenca de La Orden que, bien está decirlo, ha sido la entidad flamenca que más ha luchado durante la pandemia a favor del flamenco onubense en nuestra capital.

 

Retomando lo expuesto en relación a las actitudes individuales y/o colectivas, y dándole una visualización general a las cuarenta ediciones de un concurso como el promovido por La Peña “La Orden”, dirigido a los menores, sólo tenemos que estar atentos a los artistas que hoy en día componen la nómina de profesionales del cante flamenco que pasaron (e incluso fueron premiados, o ganaron) y fueron reconocidos en el mismo. Nombres actuales, como Jesús Corbacho, Argentina, Arcángel, Rocío Márquez, Helga Molina, Olivia Molina, Carmen Molina, Jeromo Segura …. , además de nombres como Manolo Castilla Barragán, Manolo Sierra, entre otros que, aunque hoy en día están apartados de los escenarios, dejaron y siguen regando a modo particular su sabor, conocimiento y afición por el cante de Huelva.

 

 

«La muestra de cuarenta años de trabajo ininterrumpido de la Peña Flamenca La Orden. Parece que los que viven son otros, como dijo el poeta. Sin embargo, la pequeña aportación sembrada año a año en un concurso de niños ha ido sembrando la simiente de una Huelva más flamenca, de un Arte Flamenco más rico»

 

 

El trabajo presentado hace unos días por La Peña La Orden recoge sonidos de estos cuarenta años del concurso y, lo que es más importante, en voces de niños y niñas, algunos ya hombres y mujeres. Es un trabajo donde encontramos las raíces de lo que luego han sido, y en algunos casos de lo que serán, ya que también se recogen voces del panorama flamenco infantil actual.

 

La gala estuvo presentada por el veterano periodista y crítico de flamenco Ramón Arroyo Parazuelos, quien desgranó la historia del certamen. No en vano ha sido presentador de casi la totalidad de ellas. La labor de Arroyo es reconocida por el mundo flamenco de Huelva, siendo en la actualidad una de las voces más respetadas y su trabajo de archivo y divulgación de las más importantes.

 

Y como muestra de lo expuesto, pasaron por el escenario el presente y el futuro del cante de nuestra capital y provincia, en las voces de los galardonados con premios en alguna de las cuarenta ediciones. Abrió la terna Jesús Corbacho y la guitarra de Juan Requena. El primero de ellos pertenece a esa tribuna de profesionales de las que hablábamos anteriormente y que en su día ocupaban plaza en las finales del concurso. Jesús Corbacho, en la actualidad, es una voz referente en el cante de atrás. Su paso por festivales nacionales e internacionales, así como su continua colaboración con primeras figuras del baile, lo atestiguan. Fantástica su salida y ejecución con el fandango de Rebollo. Ayyyy… toíto aquel que dice ay, es señal que le ha dolío… Tres fandangos más al aire de Huelva y Valverde redondearon su actuación.

 

Le siguieron cuatro promesas de nuestras latitudes. En primer lugar Lucía Beltrán, quien regaló fandangos de Pepe La Nora y El Comía. Especial atención pongo en este último, no sólo por su ejecución sino también por el propio hecho de llevarlo a cabo. Este estilo personal parece haber desaparecido de los repertorios, siendo uno de los más singulares, ya que su musicalidad deja esencias añejas y de gran flamencura. Muy valiente Lucía, en toda su actuación. Continuó el benjamín de la noche, Iván González, de 8 años, natural de la localidad onubense de Niebla. Nos deleitó con tres fandangos valientes, al igual que su voz. Hago hincapié en la afición tan enorme a tan corta edad que le lleva a superarse en cada tercio del fandango que realiza.

 

 

«El Choro es un bailaor racial, que adiciona estilismo clásico en su movimiento. Cada desplante es capaz de arrancar “oles”. No hay concesión a la impostura»

 

 

Juan Rafael Fernández vino acompañado de la guitarra de su padre, Juan Antonio Fernández. Padre e hijo respiran flamenco y esa simbiosis se nota en un escenario. Juan Rafael es una voz adolescente con proyección. Que se le ha perdío la llave, tú eres como el arca nueva (…). Con ese fandango abría su participación, acompañándolo con la valentía de un fandango alosnero y del fandango de Calañas. Cerraba el ventalle de jóvenes cantores la paymoguera Consolación Haldón. Pertenece a la escuela de Manolo Sierra. Probablemente, estamos ante una de las cantaoras con más perspectiva de futuro. Aunque lo importante, al menos de momento, sea seguir creyendo en ella y seguir llenándola, como a los demás, de una afición sin fisura. Nos regaló los aires de Juan María Abad y Pepe La Nora.

 

Y como fin de fiesta el baile de un joven-veterano onubense, nacido y criado muy cerquita del barrio de La Orden: Antonio Molina Saavedra El Choro. Acompañado por la voz de Jesús Corbacho y la guitarra de Juan Requena. Formidable trío, como siempre. Hablar de El Choro es hacerlo de un bailaor racial, que adiciona estilismo clásico en su movimiento. Cada desplante es capaz de arrancar “oles”. No hay concesión a la impostura.

 

Esta fue la muestra de cuarenta años de trabajo ininterrumpido de la Peña Flamenca La Orden. Parece que los que viven son otros, como dijo el poeta y, sin embargo, la pequeña aportación sembrada año a año en un concurso de niños ha ido sembrando la simiente de una Huelva más flamenca, de un Arte Flamenco más rico, no sólo en recursos humanos, que también, sino en la creación de afición, algo que tanta falta hace en estos momentos. Hay que ir sembrando vida a futuro.

 

Imagen superior: El Choro. Foto: Jesus Naranjo
Imágenes inferiores: Juan Rafael Fernández, Ivan González y Consolación Haldón. Fotos: José Osuna – Peña de la Orden

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jesús Naranjo

 

 

 

 

 


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