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Doña Paquera en el recuerdo

Se solía decir de Manuel Torre que su voz se te metía en el oído y se quedaba allí para siempre. Es lo que me pasa con la Paquera de Jerez, que su voz me sigue retumbando en el recuerdo quince años después de callarse para siempre.

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Había ido a Málaga aquel día soleado de abril, 2004, para visitar a una bailaora, amiga de muchos años de la Taberna Gitana, pasar un par de días comiendo espetones de sardinas en la playa y viendo a los amigos Cañeta y José Salazar. Sólo habíamos despachado las dos primeras cervezas cuando salió la noticia por la tele: Francisca Méndez Garrido, Paquera de Jerez, había fallecido. La brisa del mar se detuvo momentáneamente, y miré a mi alrededor, pero nadie parecía darse cuenta de que una fuerza de la naturaleza se había extinguido.

Tenía que volver a Jerez.  No sabía para qué, pero tenía que volver.

Mi cabeza se llenó de imágenes de un año y medio antes cuando el Festival del Cante de las Minas de la Unión estaba dedicado a Paquera. Numerosos honores y trofeos, palabras elogiosas para esta artista, más grande que la vida, que justamente en aquel momento había realizado su primer y último viaje a Japón donde la aventura quedó inmortalizada en el estupendo documental Por oriente sale el sol de Fernando González-Caballos.

Yo estaba en primera fila para su histórica actuación del 2002 en La Unión. Nunca antes había sentido tan de cerca la división que existe entre la zona del fandango en el este de España y la zona occidental de soleá-siguiriya-tonás. Paquera también la sintió. Después de recibir una larga y calurosa ovación digna de Su Majestad Doña Francisca, la jerezana saludaba con las dos manos como la Reina de Inglaterra, y habló pausadamente como si se dirigiera a seres de un planeta lejano: me gustan mucho… sus canciones.

Qué presencia de artista. De pie, agarraba dos sillas, una en cada lado como para hacer un arco eléctrico para transmitir su mensaje.  Su voz sorprendente entregó una megadosis de flamenco que hizo temblar nuestras tripas.

Todo esto se proyectaba en mi mente mientras intentaba dormirme en mi apartamento aquella noche en Jerez cerca de la Plaza del Arenal, con la Reina de la Bulería de cuerpo presente a menos de cien metros. Fue una sensación rara saber que estaba tan cerca, y a las tres pasadas sentí la necesidad de levantarme, vestirme e ir a ver con mis propios ojos si de verdad una fuerza vital tan grande pudiera ser frenada tan definitivamente, todo ese poder y humanidad, parecía desafiar la lógica.

Al día siguiente, acompañé a Paquera desde la capilla a la Ermita de San Telmo, al cementerio de la Merced… Y detrás, cientos de personas y la multitud de artistas dieron fe de la enormidad de la pérdida: Rancapino, La Sallago, Fernando Terremoto, José de la Tomasa, El Nano de Jerez, Manuel Parrilla, Matilde Coral, Paco Cepero, Macanita, Segundo Falcón, Niño Jero, El Pipa, Andrés Peña, Moraíto… muchos, muchísimos más…

Dentro de nuestras cabezas, el pesado silencio estaba lleno de su voz en este día gris y lluvioso; bulerías como ella solita podía cantarlas, tientos, tangos, seguiriyas, soleás por bulería, fandangos, saetas para crujir huesos, tarantos, alegrías, un surtido sinfín de villancicos al estilo jerezano, zambras de Caracol…

Demasiado tardaron las autoridades en coronar a esta reina con el premio Compás del Cante; sólo faltaron días para que lo recogiera. Ella tampoco pudo esperar para ser nombrada oficialmente Hija Predilecta de Jerez de la Frontera, y ni siquiera su cita con el mismo Rey Juan Carlos I para recibir de sus manos la Medalla de Oro de las Bellas Artes pudo detener su precipitada marcha.

Se solía decir de Manuel Torre que una vez escuchado en directo, su voz se te metía en el oído y se quedaba allí para siempre. Es lo que me pasa con la Paquera de Jerez, que su voz me sigue retumbando en el recuerdo quince años después de callarse para siempre.

Desde el 25 de mayo hasta el 28 de junio, la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Cádiz ha programado un ciclo de 14 recitales en memoria de doña Francisca Méndez Garrido ‘Paquera De Jerez’.

 

 


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Jerezana de adopción. Cantaora, guitarrista, bailaora y escritora. Flamenca por los cuatro costados. Sus artículos han sido publicados en numerosas revistas especializadas y es conferenciante bilingüe en Europa, Estados Unidos y Canadá.

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