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Frijones, entre Jerez, Sevilla y Sanlúcar

Antonio Vargas Fernández Frijones fue un gran cantaor de Jerez de la Frontera, creador de algunas soleares, seguiriyas, tientos y tangos, que vivió algún tiempo en Sevilla dejando un gran recuerdo en esta tierra para lo bueno y para lo malo.

Cantaor Frijones
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Antonio Vargas Fernández Frijones nació en la ciudad gaditana de Jerez de la Frontera, en la calle Alegría, en mayo de 1846. Era hijo de Vicente Vargas Valencia, de Sanlúcar de Barrameda, y de María Dolores Fernández Acosta, de la localidad sevillana de Badolatosa. Cuando nació Antonio, sus padres no estaban aún casados y fue registrado por otro matrimonio, parientes de los citados. Frijones fue inscrito como Antonio Vargas Salguero. Sus verdaderos padres no se desposaron hasta 1861 y fue entonces cuando reconocieron al primogénito, que ya tenía 15 años.

En un cartel del Salón Recreo en 1873

La primera noticia sobre la condición artística de Frijones se reflejó en un cartel de 1873, del Salón Recreo de Jerez, donde se le anunciaba como Antonio Vargas (a) Frijones, que cantó charangas, seguidillas y soleá, acompañado a la guitarra por Manuel Álvarez.  Este cartel publicado por José Manuel Barbadillo me dio la pista para comenzar a buscarlo en Jerez y fue cuando descubrí que los datos del artista no cuadraban con los aportados por José María Castaño en De Jerez y sus cantes (Almuzara, 2007), asunto que quedó ya aclarado, siempre según el ya citado José Manuel Barbadillo. Pero lo que más me interesaba era saber qué ocurrió con aquel “simpático Frijones”, y le seguí la pista en Sevilla, donde solo aparecía su hermano Manuel (Jerez de la Frontera, 1849 – Sevilla, 1912), curiosamente sí reconocido por sus padres, al igual que otros hermanos, antes de estar casados.

 

Recreo Andaluz Frijones

Cartel del Recreo Andaluz (Jerez), abril 1873. Único cartel conocido con el nombre de Antonio Vargas (a) Frijones. Archivo José Manuel Barbadillo.

Su hermano Manuel Frijones

Vivió este Manuel en la Alameda de Hércules, donde se censó a principios del pasado siglo, en 1903, con su esposa, la lebrijana María Vargas Molina, y dos hijos de ambos. En vista de que Antonio Vargas no aparecía por ninguna parte, pensé en la posibilidad de que fuera Manuel el verdadero Frijones, y no Antonio. Sin embargo, continué el rastreo y al final apareció empadronado en Sevilla Antonio Vargas Fernández, en varios domicilios y distintas fechas. En 1895, en el número 24 de la trianera calle Puerto, en el Puerto Camaronero, soltero, de 50 años, jornalero.

Según este padrón, el cantaor llevaba 26 años residiendo en Sevilla. Un año más tarde, en 1896, aparece viviendo en el número 47 de la calle Palomas (hoy Faustino Álvarez), vecino de Ramón el Ollero y del también cantaor sanluqueño Francisco Viache Arana, El Cuervo Sanluqueño. Aquí Frijones ya no vivía solo, sino con la sevillana Dolores López Navarro, bastante mayor que él. Y vuelve a aparecer en 1898 viviendo con esta mujer en el número 46 de la calle Resolana, en la Macarena. Le volví a perder la pista porque no estaba en el índice del censo de 1900, ni tampoco en el de 1910.

 

«El cante es un reflejo de las vivencias, de la manera de vivir de un cantaor, y Frijones cantaba como vivió: con una anarquía total. Era un creador o un recreador que hacía los cantes a su manera, con un sello, y que influyó en otros cantaores como Manuel Torres, el Niño Medina, su hermano Pepe y Tomás Pavón»

 

Nacimiento Manuel Frijones

Partida de nacimiento de Manuel Frijones. Jerez, 1849. Archivo Manuel Bohórquez.

 

Empadronamiento Manuel Frijones

Manuel Frijones viviendo en la Alameda en 1904. Está claro que se fue a la Alameda a buscarse la vida con el cante. Archivo Manuel Bohórquez.

Los Frijones en la Casa de los Pavón

Me preocupaba mucho saber algo sobre su relación con la casa de los Pavón y creo que no fue tan importante como aseguraron Ricardo Molina y Antonio Mairena, entre otros estudiosos. Cuando Frijones vivió en la calle Peral, en la Alameda de Hércules, Pastora aún no se había mudado a esa calle, en la que, por cierto, el cantaor trianero Rafael Pareja tuvo un café cantante o tabanco. Los Pavón vivían aún en la Puerta Osario, lejos de la Alameda. Siempre he defendido que Arturo, Pastora y Tomás tuvieron más relación con Manuel Frijones que con Antonio. De hecho, Tolita, la hija de Pastora, me contó que eran cocheros y que la mujer de Manuel, la ya citada María Vargas Molina, estuvo trabajando en la casa de su madre, Pastora.

Tío Borrico de Jerez habló alguna vez de “Frijones el viejo”, refiriéndose a Antonio. Es que habría dos, entonces. Por otra parte, ¿qué hacía Manuel Vargas Fernández, un jornalero del campo, de Jerez, viviendo en la Alameda a principios del pasado siglo, vecino de Paco la Luz, los Junquera, Diego Antúnez, las Coquineras, Fernanda y Juana Antúnez, y otros artistas jerezanos? Su hijo Vicente, además, se casó en Sevilla con una de las tres hijas de Paco la Luz, María Dolores Valencia Rodríguez, hermana de María la Serrana y Juana la Sordita.

 

Nacimiento Frijones

Registro de nacimiento de Antonio Vargas Salguero, luego Antonio Vargas Fernández ‘Frijones’, 1846. Archivo Manuel Bohórquez.

Su relación con Sanlúcar de Barrameda

El padre de Frijones, Vicente Vargas Valencia, era natural de Sanlúcar de Barrameda y al tener mucha familia en esta ciudad, Frijones la frecuentó mucho desde niño. Seguramente cantaría bastante en la ciudad gaditana de Paco el Barbero y El Cuervo, de los Mezcle y Perico Frascola. Pero sobre todo, lo que hizo Frijones fue meterse en líos en la patria chica de su padre. Debió nacer Vicente en 1821, por la edad que tenía cuando se casó, 40 años, y su esposa 38. Su compañera era María Fernández Acosta, que fue hermana del padre de la Sarneta y natural de la localidad sevillana de Badolatosa.

Servando Repetto, el investigador sanluqueño, me hizo llegar unos documentos de la policía de esa ciudad, que demuestran lo travieso que era el afamado cantaor. Fue detenido varias veces por altercados en locales públicos. Se emborrachaba y luego no pagaba la cuenta. Supongo que lo haría también en Sevilla, donde vivió muchos años y tenía fama de bohemio y bebedor, sobre todo en Triana. Estos documentos no aportan nada a su faceta de cantaor, pero sí nos dan una idea de cómo era su personalidad y de cómo fue su vida. El cante es un reflejo de las vivencias, de la manera de vivir de un cantaor, y Frijones cantaba como vivió: con una anarquía total. Según diversos testimonios, era un creador o un recreador, que hacía los cantes a su manera, con un sello, y que influyó en otros cantaores como Manuel Torres, el Niño Medina, su hermano Pepe y Tomás Pavón, entre otros.

 

Detención Frijones Sanlúcar

Registro de detención del travieso Antonio Vargas Fernández ‘Frijones’ en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Archivo Servando Repetto.

 

Detención Frijones Sanlúcar

Registro de detención de Antonio Vargas Fernández ‘Frijones’ en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz. Junio de 1909. Archivo Servando Repetto.

 

«Hubo dos Frijones, Antonio y Manuel, y fue este último quien tanto influyó en Pastora y Tomás Pavón»

Se fue a morir a su tierra

El célebre cantaor regresó a Jerez, en vez de morir en Sevilla, como hicieron Carito, Paco la Luz, Currito el de la Jeroma, su madre la Jeroma, la Serrana, la Malena, la Macarrona o Paco la Luz. Como siempre se había dicho que murió en Sevilla a principios del pasado siglo, busqué su muerte sin resultado alguno. Al simpático Frijones se lo había tragado la tierra, pero no sabía dónde ni cuándo. Fue José Carlos de Luna, en un artículo publicado en ABC de Sevilla el 30 de enero de 1959, que dijo haberlo conocido ya “octogenario”, quien me animó a buscar su fallecimiento en Jerez. Entonces descubrí que se fue a morir a su tierra, seguramente enfermo y buscando el amparo de su compañera Francisca, que tanto le aguantaría. Antonio Vargas Fernández, Frijones, murió el 8 de agosto de 1917 en el Hospital General de Santa Isabel de Jerez, estando viviendo en el número 7 de la calle Escuelas, viudo de Francisca Pabla (¿La Farotita?), y a consecuencia de cardiopatía arterial. Tenía ya 71 años y era un sencillo y agotado jornalero del campo que como cantaor solo ganó fatigas y disgustos.

 

Defunción cantaor Frijones

Certificado de defunción de Antonio Vargas Fernández ‘Frijones’. Jerez, 8 de agosto de 1917. Archivo Manuel Bohórquez.

 

No era cierto, pues, que muriera en Sevilla y que fuera enterrado por los padres de la Niña de los Peines, como dijeron Ricardo Molina y Antonio Mairena. En 1917 ya había muerto el padre de Pastora Pavón (Sevilla, 1915), luego no cuadran las fechas. Conocidos ya estos datos, ¿qué relación pudieron tener Pastora y Tomás Pavón con Frijones de Jerez? Muy poca, si es que tuvieron alguna. Al menos con Antonio, porque eran aún niños cuando el jerezano andaba por Sevilla. En cambio, sí pudieron tenerla con Manuel Frijones, su hermano, que fue vecino de los Pavón en la Alameda de Hércules. Si, como sospecho, los Frijones eran dos, Antonio y Manuel, hay algo que no cuadraba.

 

Cerrando el misterio

Hay algo que prueba que el Frijones que tuvo tanto contacto con los Pavón era Manuel y no Antonio. Que si es verdad que lo enterraron, o ayudaron a ello, los padres de Pastora, como sé por varias fuentes, solo pudo ser Manuel porque cuando murió Antonio (1917), el padre de Pastora ya había muerto. Falleció en 1915. Manuel murió en 1912, luego todo encaja y parece que hemos resuelto el misterio. O sea, que hubo dos Frijones, Antonio y Manuel, y que fue este último quien tanto influyó en Pastora y Tomás Pavón.

En definitiva, sabemos ya que el “simpático” Antonio Vargas, alias Frijones, estuvo años en Sevilla y que murió viejo en Jerez. El que cantaba aquella famosa letra:

 

Me llamo Antonio Frijones
yo no me caso con la Farotita
pa no echarme obligaciones.

 

Este era el auténtico Frijones de Jerez, el único que ha aparecido en un cartel y del que hablan todos los flamencólogos.

 

«Frijones tuvo que ser un cantaor excepcional. Sus seguiriyas y soleares le colocaron entre los grandes creadores de su tiempo. Y sus tientos y tangos, igual. Solo un cantaor excepcional puede trascender en el tiempo sin dejar nada grabado, aunque pudo hacerlo porque vivió hasta 1917. Seguramente era un raro, como el Marrurro, el Nitri…»

 

 

Defunción Frijones

Partida de defunción de Frijones del Registro Civil de Jerez. 8 de agosto de 1917. Archivo Manuel Bohórquez.

La importancia de su legado

Cuando nos referimos al legado de un cantaor que no grabó discos, el asunto es delicado. Frijones influyó en otros cantaores y cantaoras, lo que quiere decir que era un artista de referencia. Nadie trasciende en el tiempo si no es importante su estilo, y, al parecer, Frijones tenía un sello y componía músicas de una manera natural. Seguramente no fue importante en su tiempo, mientras estuvo vivo, pero cuando murió y algún cantaor recordaba algún cante suyo, se decía: “Eso era de Frijones”. Fue eso lo que lo hizo inmortal y por este motivo seguimos hablando o escribiendo de él más un siglo después de su muerte.

Por lo que he podido recabar, Frijones tuvo como referentes a Paco la Luz, Tomás el Nitri y Antonio el Marrurro, en el cante por seguiriyas. Recordemos que el Nitri vivió en Jerez en los años setenta y que Frijones, ocho años más joven que el portuense, debió conocerlo bien y escucharlo cantar muchas veces. Por supuesto, tuvo también la posibilidad de conocer a Antonio el Marrurro, aunque fuera menor que él algunos años, seis o siete. Y a Paco la Luz debió tratarlo bastante tanto en Jerez como en Sevilla, puesto que fueron vecinos en la Alameda.

No desmenuzaré ahora ese legado, por no alargar el artículo –tiempo habrá–, pero por lo que he podido estudiar tuvo que ser un cantaor excepcional. Sus seguiriyas y soleares le colocaron entre los grandes creadores de su tiempo. Y sus tientos y tangos, igualmente. Solo un cantaor excepcional, como era él, puede trascender en el tiempo sin dejar nada grabado, aunque pudo hacerlo porque vivió hasta 1917. Seguramente era un raro, como el Marrurro, el Nitri y otros muchos.

 

Bautizo Antonio Frijones

Bautizo de Antonio Frijones, pero registrado como Antonio Vargas Salguero. Archivo Manuel Bohórquez.

 

Boda padres Frijones

Boda de los padres de Frijones. Estaban ya cargados de hijos. 1861. Archivo Manuel Bohórquez.

 

Padron Frijones 1895

Frijones, en 1895 viviendo en la calle Puerto, de Triana, en el Puerto Camaronero. Solo, y seguramente con problemas. Archivo Manuel Bohórquez.

 

Padron Frijones 1898

Frijones, viviendo en 1898 en la calle Palomas (Sevilla) con su compañera sentimental, Dolores López Navarro. Eran vecinos de Ramón el Ollero y el Cuervo Sanluqueño. Archivo Manuel Bohórquez.

 

 


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Arahal, Sevilla, 1958. Crítico de flamenco, periodista y escritor. 40 años de investigación flamenca en El Correo de Andalucía. Autor de biografías de la Niña de los Peines, Carbonerillo, Manuel Escacena, Tomás Pavón, Fernando el de Triana, Manuel Gerena, Canario de Álora...

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